12/06/2007

in the nursery: entrevista a klive y nigel humberstone


Hace un mes comentábamos en este blog la visita a Monterrey de In The Nursery, banda compuesta por los gemelos Klive y Nigel Humberstone. En aquella ocasión dejé pasar la oportunidad de entrevistarlos, pero los Humberstone han tenido la amabilidad de responder algunas preguntas por correo ahora que están de regreso en su tierra, Sheffield.

Cuando un grupo decide musicalizar películas suele tomarlo como su actividad secundaria. ¿Cómo explican que ustedes hagan giras más largas y lleguen a un mayor público con estos trabajos?

KH: Siempre fuimos conscientes de que nuestra música tenía cualidades “fílmicas”, ya era así desde 1986, cuando lanzamos el álbum Stormhorse, que considerábamos una “banda sonora para una película imaginaria”. Canalizamos nuestras composiciones en dos proyectos diferentes, nuestros álbumes de estudio y los scores de la serie Optical Music para cine silente. Los festivales de cine internacionales han mostrado mucho interés por nuestros scores, eso que nos ha permitido viajar por todo el mundo con estos filmes. No lo vemos como una actividad secundaria, es otra vertiente de nuestra creación musical.

¿El público de sus presentaciones cinematográficas es diferente al de sus conciertos?

KH: El público varía de una presentación a otra, depende de la película. Mucha gente viene específicamente a ver la película, lo cual significa que habrá un amplio espectro de edades en la audiencia. Algunos fans vienen por la música y ahí descubren el cine silente. Cuando hacemos los scores de la serie Optical Music sólo estamos Nigel y yo, tocando con teclados, bajo, controladores de viento y otros instrumentos que varían según la película. Los conciertos de In The Nursery son distintos, con Dolores en la voz, yo con las percusiones orquestales, David con un tambor militar y Nigel en el teclado y el bajo. Las dos presentaciones son muy diferentes, pero igualmente placenteras para el grupo.

¿Cómo conocieron a Sarah Jay Hawley?

NH: El nombre de Sarah había aparecido en nuestras conversaciones repetidas veces, así que platiqué con ella, para ver la posibilidad de que viniera a nuestro estudio a hacer algunas pruebas. Yo había escuchado su trabajo con Massive Attack, así como sus nuevas canciones y estaba impresionado. Trabajar con Sarah fue un proceso realmente simple y productivo. Nuestro método consistía en que ella llegara sin conocer la música, le presentábamos palabras, frases y motivos mientras escuchaba el track. Con esa base ella formaba la letra de la canción, elaboraba melodías y todo lo que teníamos que hacer era grabar los resultados. Era algo muy directo.

Hubo flautas y cello en Era, su último disco. ¿Cambian estos sonidos orgánicos su proceso de composición y grabación?

KH: Normalmente escribimos las partes para flauta y cello en la computadora y pedimos a nuestros músicos de sesión que graben las piezas e improvisen a partir de ellas, luego trabajamos con esos resultados, escogiendo y descartando partes. Siempre hemos puesto atención en crear música que suene “real”, mezclando la parte puramente electrónica con registros de instrumentos orgánicos.

¿Cuál ha sido su experiencia en México?

KH: En nuestra última visita a México, este noviembre, nos dimos cuenta de que ya habíamos estado ahí seis veces. Nuestra primera vez fue en 1995, nos contactó una organización llamada Arteria. Estaban interesados en presentar a In The Nursery en la Sala Nezahualcóyotl. Fue la primera vez que se presento ahí un grupo que no tocaba música “clásica”. Hemos seguido trabajando con los promotores Carlos y Arturo desde entonces. Tenemos bastante cariño a México, particularmente al DF. Hemos formado amistades duraderas ahí.

Llevan 25 años trabajando juntos. ¿El hecho de que sean hermanos, gemelos, tiene especial relevancia para conseguir una carrera tan larga?

KH: Creo que nunca nos hemos puesto a analizar por qué nuestro método ha funcionado. Es sólo una intención honesta de hacer música juntos. Sí, debe tener mucho que ver con que somos gemelos. Crecimos compartiendo una amistad que nunca ha sido cuestionada y que permanece. Compartimos nuestra primera guitarra eléctrica a los 16 años, y compartimos la experiencia de ver en vivo a bandas como Joy Division, sabiendo que queríamos crear música así… nunca hemos tenido una alternativa al modo en que trabajamos, no conocemos nada mejor ni nada peor.

¿Alguna noticia sobre un nuevo disco?

Estamos componiendo un nuevo score para Optical Music. Esta vez para La pasión de Juana de Arco, la obra mestra que Carl Dreyer realizó en 1928, sobre el juicio y muerte de esta doncella guerrera francesa. La premiere será en abril de 2008 en la catedral de Sheffield, un adecuado tributo a nuestro hogar y al tema del film.

11/22/2007

una biblioteca en la palma de tu mano

En un principio me contaba entre los defensores del futuro del libro, de su primacía sobre los textos electrónicos. Curiosamente, fueron las opiniones a favor del libro las que me hicieron dudar.

A fines de los noventa George Steiner pasó por la UANL para hablar de las virtudes del libro, la conferencia fue recogida por diarios locales y nacionales. Uno podía repasar sus argumentos y estar de acuerdo con todos: sí, el libro es algo lindo, crecimos con él y lo extrañaríamos horrores si fuera desplazado. Pero de eso no se deduce que otros formatos no serían bien recibidos por los lectores.

La segunda pista la recibí de un conocido, estudiante de medicina, quien ni siquiera se percató de las implicaciones de lo que me mostró. Recordaba las mochilas de los aspirantes a médico de tiempos anteriores, cargadas de costosos y pesados volúmenes. Lo que mi amigo portaba en lugar de eso era una palm en la que había cargado una enciclopedia médica.

La lectura en dicho soporte no era precisamente cómoda, pero el daño ya estaba hecho: no pude librarme de esa imagen de comodidad y economía del libro en un soporte electrónico. No leer en la pantalla de una computadora personal o una laptop, sino en un aparato pequeño, de proporciones similares a las de un libro.


Amazon Kindle


Las cosas han cambiado desde aquella palm con vocación hipocrática. Amazon acaba de presentar su nuevo lector de e-books, Kindle, con un peso de 300 gramos, capacidad para 200 libros y un costo de 400 dólares.

No es el primero de su tipo, pero sí el que ha hecho más ruido: Jeff Bezos (CEO de Amazon) aparece en la última portada de Newsweek portando su nuevo juguete, junto a la leyenda “Books aren’t dead, they’re just going digital”, y la primera remesa de Kindle se agotó en poco más de cinco horas.

Es muy pronto para declarar a Kindle el triunfador en la carrera de los lectores de e-books. Sus servicios dependen demasiado de la compañía que lo ha creado, y sólo puede trabajar con archivos TXT, HTML y AZW (menos opciones que las que ofrece el HanLin eReader V3).


La biblioteca de Mircea Eliade


Contaba Mircea Eliade que su única ancla en el mundo era su biblioteca. Pasaba la mayor parte del año viajando, estaba en su casa muy poco tiempo. La única razón que poseía para tener una casa era su biblioteca, que tenía ocupar un lugar fijo en el mapa si no quería cargar con un montón de baúles por todo el globo.

Eliade falleció en 1986, bastante antes de que comenzará la especulación en torno a los e-books, pero sospecho que a un espíritu trashumante como el suyo no le habría desagradado la idea de liberarse de esa única ancla que por períodos breves lo obligaba a volver a casa.

Claro que los e-books tienen beneficios que podrán hacerlos atractivos a lectores más sedentarios: aparatos como Kindle poseen una pantalla mucho más amable con los ojos que la de una computadora, el tamaño de la letra puede modificarse a voluntad, con ellos se abaratarían costos de producción de textos, por no mencionar la cantidad de árboles que dejarían de convertirse en papel. Seguramente hablaremos mucho sobre los e-books este fin de año y durante 2008.

11/15/2007

in the nursery: man with a movie camera

Como otros grupos británicos de su generación, In The Nursery comenzó con un sonido industrial. Luego lo abandonó para desarrollar un estilo frecuentemente descrito como cinemático, y de esas bandas sonoras para películas imaginarias pasaron a las películas reales. A fines de los noventa los gemelos Klive y Nigel Humberstone recibieron una invitación, dentro de la serie Optical Music, para componer música que acompañara a clásicos del cine silente. El pasado 30 de octubre visitaron Monterrey para musicalizar en vivo Man With a Movie Camera de Dziga Vertov (1929).

La alineación habitual de In The Nursery incluye una vocalista (Dolores Marguerite C) y un percusionista, pero en sus incursiones cinematográficas el grupo consta únicamente de los Humberstone armados de laptop y guitarra eléctrica, una alineación compacta que les ha permitido viajar fácilmente a más ciudades.

En Monterrey actuaron en el jardín de la Zona Forum, por lo que Man With a Movie Camera tuvo un presentación inusual: fue proyectada en las diferentes pantallas que cubren los muros, produciendo la impresión de que tanto el grupo como los asistentes se encontraban cercados por las imágenes, un efecto favorecedor si consideramos las características de este documental.

Dentro la vertiente inagurada por Berlin: sinfonía de la gran ciudad (Ruttmann, 1927), y como lo haría décadas después la trilogía “Qatsi” de Godfrey Reggio, Man With a Movie Camera captura la vida urbana con la velocidad y los contrastes que la caracterizan. En ella vemos a un camarógrafo (el hermano del director) que recorre Kiev y otras ciudades soviéticas filmando el tráfico, las rutinas, los juegos y demás actividades cotidianas. Hay ritmo y composición, pero no una línea narrativa: la unidad la establece el ojo de la cámara y luego el del espectador. Y en este caso, la música, que aumentaba la sensación de motilidad y expectación. Lo que interpretó In The Nursery fue más atmosférico que incidental. Sólo cuando aparecieron en las pantallas una locomotora y una orquesta el grupo produjo ritmos y secuencias que emulaban las acciones del film.

Todavía unas horas antes de que iniciara la función ésta parecía improbable. Estaba anunciada en MySpace, pero no en la página del Fórum. A causa de la desinformación, prácticamente no acudió el público de In The Nursery, tampoco los cinéfilos. La audiencia se compuso en su mayoría de jóvenes que habían asistido a “La fragua del mundo” (el espectáculo emblemático) y al salir vieron actividad en la Zona Fórum. En todo caso, los Humberstone ofrecieron una actuación profesional, y tanto el sonido como las proyecciones funcionaron adecuadamente. Así que hubo incertidumbre y un público accidental, pero al final la música y el cine rebasaron estos inconvenientes.

Video: In The Nursery en Monterrey.

mundos de juego

“Lo que está pasando en los juegos hoy es una predicción confiable de lo que ocurrirá en los sitios de trabajo y las sociedades de mañana”. A esa conclusión llegaron John Seely Brown y Douglas Thomas en Why Virtual Worlds Can Matter, ensayo disponible desde el mes pasado.


MMOGs


Con juegos Seely Brown se refiere específicamente a los MMOG (Massively Multiplayer Online Game, juegos en línea para grandes grupos de jugadores), como World of Warcraft.

La continuidad y la coherencia de esos escenarios de juego, explican los autores, ha permitido que tanto la relación del jugador con el juego, como la de la vida virtual con la vida “real”, tenga más libertades y posibilidades.

No hay más una transferencia, sino que ambos mundos se traslapan: las decisiones grupales de los jugadores modifican el espacio de juego y sus instituciones; los conocimientos prácticos adquiridos en el mundo alimentan el juego y viceversa.

Además, la forma en que los gremios formados al interior del juego transmiten conocimientos a sus miembros, y su modo de tomar decisiones conjuntas, están introduciendo una nueva forma de aprendizaje.


Un entorno seguro permite innovación, reajuste y transformación


En esos espacios de juego, la identidad de un gremio no se define por su nacionalidad o edad en el mundo “real”, sino por un conjunto de experiencias compartidas.

Con esa premisa, y la tranquilidad que nace de actuar en un entorno seguro (los errores cometidos en el juego no merman la vida del jugador fuera de él), esos gremios desarrollan una capacidad de innovación, reajuste de realidades y transformación de instituciones que sería una maravilla ver en el mundo real.

Para decirlo pronto: ganas tenemos de que las administraciones de nuestros municipios alcanzaran los niveles de efectividad de los hechiceros y guerreros del juego.

Por mucho que los mundos virtuales y reales se traslapen, son precisamente las condiciones de seguridad y libertad que permiten los juegos (no una seguridad y libertad totales, son necesarias reglas que delimiten un espacio y las acciones que se realizan en él) las que chocan con el mundo real.

En el juego se permite explorar y experimentar, realizar hazañas y conquistas sin burocracias de por medio.


Jugando en el mundo real


Una generación de jugadores de WoW, entrenados en la búsqueda grupal de soluciones, se enfrentaría en la sociedad con una serie de criaturas y gremios mucho más perversos que cualquiera de los que aparecen en el juego.

Empresarios con hechizos de inmunidad que permiten prácticas monopólicas sin sanciones. Líderes de sindicatos y partidos que hacen ver simpático al Ojo de Mordor. Y sicarios que, a diferencia de los rogues, no necesitan de ninguna invisibilidad para cometer asesinatos.

Seely Brown no miente. Hay en este momento individuos con habilidades y formas de aprendizajes inéditas, y las han adquirido mediante el juego. Lo que su conclusión no considera es que, en las condiciones actuales de nuestras sociedades, no se permiten las libertades del juego en el trabajo ni en las funciones gubernamentales. Ahí lo que se estila son las decisiones serias. Serias e irresponsables.

11/07/2007

hookie

Peter Hook (DJ)
November 9, 2007 Universal Forum of Cultures Monterray, MX
November 10, 2007 Universal Forum of Cultures Mexico City, MX

Así que no sólo pinchará en Monterray, sino también en el Fórum del DF. Y todavía falta la parte más divertida: ¿será cierto?

11/01/2007

errores de performatividad 5.2

Personajes: Once de John Carney y sus traductores españoles.

Lo que pasa cuando doblas una película, traduces sus slogans pero dejas el título en inglés. No es lo mismo Question: How many times will you find the love of your life? Answer: Once que "Pregunta: ¿Cuántas veces puedes encontrar el amor de tu vida? Respuesta: Once". Ver el trailer español de Once

En todo caso, no le gana a esta traducción.

10/31/2007

silber sounds of halloween

No, no fue un dedazo, la disquera se llama Silber y es el hogar de Lycia, Aarktica y Attrition. Han colocado una antología gratuita en archive.org, para descargarla busquen el archivo en este formato: 64Kbps MP3 ZIP. Para más información consulten silbermedia.com

desaparece stylus magazine

Apenas ayer había mencionado a Stylus Magazine como una de las referencias básicas en internet. Hoy me entero por el Sr. Sensato que esa revista electrónica desaparece. Para despedirse han adelantado sus listas de fin de año y preparado una selección de sus mejores artículos.

10/30/2007

mucha música, poca mezcla

MTV, Jools Holland y las demasiadas opciones

A mediados de los noventa MTV Latino tenía un solo canal, pero en el había programas dedicados a géneros tan variados como el metal, la IDM (¡Pan Sonic y Autechre salían en MTV!) y la electrónica trotona. Ahora tiene una familia de canales, pero en ninguno de ellos aparecen videos de esos géneros.

Con este recorte en su horizonte de músicas no inauguró una tendencia, sencillamente se acopló a la tendencia general: en tiempos de descargas mp3, fanzines electrónicos y podcasts los seguidores de géneros minoritarios pueden buscarse su ración de música por su cuenta. No sólo pasa en MTV: en el show de Jools Holland (otrora una finura de programa) que vi hace unos días los invitados eran Black Eyed Peas y Foo Fighters.

No tiene caso ganar la atención de cada escena, de tantas escenas musicales. La única apuesta segura es dedicarse a los éxitos, ese subconjunto donde todos los demás conjuntos pop se intersectan. Lo mismo ocurrió en las revistas. La Biblia internacional del indie está en internet, en Pitchfork Media o Stylus Magazine, no esperen encontrar algo parecido en los puestos de revistas. The Wire y Rockdelux son garbanzos de a libra. NME, Les Inrockuptibles y Rolling Stone hace mucho que cedieron al espíritu de los tiempos.

Cuando las opciones a las que se tiene acceso son demasiadas, los canales mayoritarios no pueden y, estrictamente hablando, no tendrían por qué intentar abarcarlas todas.

Frere-Jones se pregunta por qué cansa Aracade Fire

La semana pasada el columnista Sasha Frere-Jones publicó en The New Yorker su juicio sobre la música indie en los últimos quince años.

Cuando los músicos negros tenían un éxito restringido, los músicos blancos adoptaban a placer elementos de su música, pero en el mundo posterior a The Chronic de Dr. Dre (1992) las reglas son diferentes. Cuando el intérprete de hip-hop comienza a recibir la misma o más atención que el rockstar, el rockstar comienza a cuidarse de adoptar poses y estilos de aquel.

Led Zeppelin tomaba lo que quería del bluesman Willie Dixon, y Dylan bebió hasta la embriaguez de la Anthology of American Folk Music. Ahora Devendra Banhart afirmar admirar a R. Kelly, pero no encontramos ni rastro de Kelly en su música. A comienzos de los ochenta The Clash miraba hacia el dub y el funk, ahora Arcade Fire interpreta cóvers de The Clash, pero no mira ni por asomo a las fuentes de The Clash.

A la primera leída me pareció que Frere-Jones extrapolaba casos aislados para postular que el indie se estaba encerrando en sí mismo. Pensé que, sin ir tan lejos, en los noventa había surgido un maestro del crossover como DJ Shadow. Entonces recordé que hasta él había terminado tomando partido: en The Outsider se repliega totalmente en el hyphy de la Costa Oeste.

Parece que Frere-Jones ha dado un buen tiro.

dispatches from a public librarian

Scott Douglas es un bibliotecario de Anaheim que escribe en McSweeney's sobre asuntos de bibliotecarios.

There's a stereotype about librarian jobs that goes something along the lines of "all librarians ever do is sit around all day and wait for someone to ask for a book." This is simply not the case. For starters, most people don't even know how to read anymore, and the few that do don't come to the library—they're obviously smart, and therefore well off financially, and therefore go to Amazon.com to buy books, which they in turn donate to the library, which the library sells at a book sale, from which proceeds go to buy new computers.

10/29/2007

dibujitos

Entre los cachivaches que la familia Dunievitz tenía arrumbados en su garage había 140 dibujitos hechos con lápices de colores. Generalmente había un sleeping-bag cubriéndolos, a veces el gato dormía encima de ellos.

Los dibujos los había hecho un paciente del DeWitt State Hospital, centro psiquiátrico de Auburn (California) donde trabajaba el Dr. Max Dunievitz. Gracias a la retrospectiva realizada en el American Folk Art Museum sobre la obra de Martín Ramírez la familia descubrió que algunos de los dibujos de Ramírez (diagnosticado como esquizofrénico) están cotizados en 100,000 dólares y se ha puesto en contacto con el Museo para vender la mayoría y hacer algunos donativos.

10/22/2007

el destino del álbum

La semana anterior hablábamos de los músicos que abandonan la industria disquera para distribuir sus grabaciones prescindiendo de los intermediarios tradicionales. Ahora bien, prescindir de los intermediarios tradicionales libera también de los formatos tradicionales.


El álbum como anormalidad y el juicio de Nik Cohn

Si en las disqueras se desatara un éxodo de grupos la música popular no estaría alcanzando conquistas inéditas, sino apenas recuperando una flexibilidad que poseía hasta antes de la invención del LP.

El cantor de corridos iba haciéndolos conforme le llegaban nuevas anécdotas, no se esperaba a reunir doce canciones que pudiera presentar como obra conceptual. Y el trovador de las Cortes de Amor no hacía dos singles acompañados de una decena de temas olvidables para rellenar sus presentaciones.

Todavía en la juventud de Elvis y Cash las canciones se entregaban de una en una, o de par en par. Hacían las canciones necesarias, ya fuera porque lo pedía la musa, su ego o sus acreedores.

El álbum surgió como una demanda del formato y del mercado. En la centenaria historia de la música popular aparece como una anormalidad nacida en el siglo XX.

Es una contingencia surgida de la posibilidad de abaratar costos ofreciendo mucho contenido en un solo contenedor, y también de la ascensión de los jóvenes como un jugoso y bien delimitado sector de mercado. Habla Nik Cohn sobre lo que ocurrió a fines de los cincuenta y principios de los sesenta:

(Antes) todo tenía que ser compartido con los adultos… los hombres de negocios nunca habían pensado en los jóvenes como una unidad comercial independiente, nunca habían pensado en que ellos tuvieran unos gustos y necesidades totalmente diferentes del resto de la comunidad. Las posibilidades se presentaron de golpe, como en una visión profética, y empezaron a moverse rápido, como locos. Como era de prever, los jóvenes compraron todo lo que se les puso por delante: motocicletas, pantalones vaqueros, aceites para el pelo y sobre todo música. Todo lo que había que hacer era calificar de teen cualquier tipo de objeto y ellos tendrían que comprárselo. Awopbopaloobop Alopbamboom: una historia de la música pop, 1968.


Unos son como Stephin Merritt, otros como Scott Walker

El álbum no puede desaparecer de la noche a la mañana, pues los grupos seguirán oponiendo resistencia: ¿cómo privarse de la esperanza de grabar un nuevo Pet Sounds o un Sgt. Pepper’s?

Por otro lado, para los compositores prolíficos sería una bendición prescindir de él: gente como Andrés Calamaro o Stephin Merritt podrían difundir sus obras sin tener que hacer extensas negociaciones o meterle soberanos sustos a una disquera.

Y los que viven lejos del mundo y sus prisas, como Scott Walker, podrían grabar una sola canción si una sola canción es lo que han hecho en el último año.

No escribamos todavía la esquela del álbum. Podría tardar en desaparecer o no hacerlo nunca. Sólo pido que, si muere, no le lloremos tanto: tendríamos música con la flexibilidad de los viejos tiempos y la velocidad de transmisión de los nuevos. Nos estaríamos desprendiendo de algunos vicios adquiridos en el último medio siglo.

10/16/2007

fugas en la industria disquera

Desde el diez de octubre está disponible en la página web de Radiohead su nuevo disco, In Rainbows, listo para ser descargado por la cantidad que el público quiera pagar, incluso gratis. Pocos días después Trent Reznor anunció que él también prescindiría de contratos discográficos y ofrecería sus grabaciones directamente a los seguidores de Nine Inch Nails. Los anteriores discos de estos grupos habían aparecido en Capitol e Interscope, subsellos de EMI y Universal, dos de los “cuatro grandes” de esa industria.


Buen negocio para Radiohead y Nine Inch Nails

Las notas periodísticas subrayan la popularidad de ambas bandas como un antecedente que hace inaudita su decisión. En realidad, además de un acto de reivindicación podría tratarse de un buen negocio.

Con la escasa ganancia que reciben los grupos de la venta de discos y la cantidad de grabaciones que circulan gratuitamente, incluso antes de su lanzamiento oficial, lo único que una major puede ofrecer a un grupo es mercadotecnia y dolores de cabeza.

Con más de una década de difusión masiva, tanto Radiohead como NIN pueden prescindir de ambas cosas y todavía obtener ingresos por presentaciones y artículos para coleccionistas.

En este escenario, una edición posterior del álbum en un formato físico sería más un artículo de colección que un soporte de la grabación.


Scot Cohen y The Orchard

Respuesta de Alice Enders (de Enders Analysis) al Daily Telegraph con respecto a esta tendencia:

Es un caso típico de esta época, la venta de música en establecimientos está a la baja y la música vendida por internet está ascendiendo. Pero, por otro lado, si eres un desconocido sigues necesitando marketing, y tus beneficios económicos estarán repartidos, pues cuesta administrar un sitio web que realiza transacciones económicas.

Lo que omite Enders es que no falta quien se adapte más rápido y quiera llenar el vacío dejado por las disqueras. Ejemplo: TheOrchard.com, activa desde 1997 y especializada precisamente en marketing y distribución en internet para desconocidos, casi desconocidos y unos pocos que no lo son tanto.

En palabras de su fundador Scot Cohen:

Ya no podemos hablar en términos de sectores de mercado por edades. En la actualidad hay que hablar de sectores psicogeográficos, por intereses, origen, comunidades… son conceptos que una independiente no tiene por qué conocer. Ése es nuestro papel; el suyo es encontrar y publicar buena música. Rockdelux No. 243.

Muchos grupos de The Orchard tienen ventas modestas, pero la supervivencia de esa distribuidora nos dice que han sabido llegar con poca inversión al público idóneo para cada banda. Un sistema de pequeña escala pero muy efectivo.


Vuelven el vinil y la tornamesa

Salgamos un poco de tema. Mientras los grandes sellos se dan por vencidos con el software para prevenir el copiado de música y grupos populares abandonan el sistema discográfico tradicional, me ha tocado ver cada vez en más establecimientos de mi ciudad tornamesas de reciente factura, las mismas de diseño vintage que antes sólo se vendían en Sanborn’s como curiosidad.

El propio disco de Radiohead, cuando vea la luz en un soporte físico, lo hará en vinil. Y una de las bandas locales con más kilómetros recorridos, Los Llamarada, está publicando sus canciones exclusivamente en vinil.

Tiene sentido. Si la mayoría de la música la conservas como archivos en tu computadora o iPod, y te decides a poseer en un formato tangible sólo los discos que más aprecias, ¿por qué mejor no hacerlo en viniles, con más posibilidades estéticas y de nostalgia que un compacto? ¿Para qué sirve un CD de música a estas alturas?

10/08/2007

wii y facebook: recreo para adultos

No quiero hablar de juegos, sino de la gente que los juega. De los que los juegan, pero también de los que quisieran jugarlos, lo sepan o no. De todos, pues.


Wii


Escuchando una conversación entre gamers: “el Wii es el videojuego para la gente que no jugaba videojuegos”. El gamer con dos décadas en el medio lo dice con condescendencia, tolera al Wii pero le incomoda en la medida en que lo despoja de su singularidad.

Si, como pretende Nintendo, el control inalámbrico del Wii llega a manos de, o al menos es deseado por, cualquier adulto que trabaje, tenga sexo y pague impuestos, jugar videojuegos será tan poco distintivo como trabajar, tener sexo o pagar impuestos.

Hay anuncios del Wii protagonizados por adolescentes, pero lo novedoso son los otros, los que muestran oficinistas y ancianos deseosos de jugar.

La consola aparece poco en los anuncios, tiene prioridad su logo que surge como runa que ofrece la salvación a esos adultos: una invitación a jugar que es socialmente aceptada aunque no conlleve deporte o flirteo. “Lo sabemos, quieres jugar. Está bien. Todos lo queremos”.


Facebook


Uno de los detalles que ha disparado el éxito de Facebook ha sido el lanzamiento de Facebook Plataform el mayo pasado, que permite a cualquier programador ajeno a la empresa crear nuevas funciones para los usuarios. ¿Y qué ha hecho la gente con esta opción? Jugar.

En algún momento tuve cuentas en MySpace y Fotolog, pero la interacción que propiciaban estos sitios me aburría y pasaba días sin visitarlos. Las relaciones en Facebook son diferentes, se parecen más a un recreo en la primaria.

Hay chismógrafo (“Are you interested in me?”), se puede jugar a la casita (“My room”) o los monstruos (ser un vampiro y convertir a los demás). Todo es elemental, muy lejos de los Sims o Second Life, pero ha atraído a muchos que no hubieran invertido tiempo en esas elaboradas vidas alternas.

Wii y Facebook no son, ni por asomo, la versión más acabada de esta tendencia, apenas son síntomas. Las industrias del entretenimiento y la socialización suelen crear necesidades, en ello está uno de sus mecanismos de conservación y crecimiento, pero me parece que en este caso no han creado una necesidad: la encontraron. Un vacío en la experiencia del adulto que no había sido explotado.


El juego en el mundo adulto


Como invenciones culturales, la infancia y la adolescencia proveyeron al niño de un nicho libre de responsabilidades mayores, donde y durante el cual podían jugar e instruirse.

Esa tregua con los pequeños permitió a la civilización prescindir de los oficios, formar un mundo de profesionales y técnicos, así como acelerar la creación de comodidades que se convierten en nuevas necesidades. Este tipo de civilización vedó al adulto su acceso a lo lúdico y lo educativo.

El individuo productivo no tiene tiempo para jugar o aprender, sólo para entretenerse: hacer una pausa en lo que llega la hora de dormir, en lo que llega el lunes.

Aunque en las últimas dos décadas se haya hablado mucho de educación continua, no se han creado esquemas que cedan tiempo para practicarla. El juego no esperó a que le dieran permiso y se abrió paso en el mundo adulto.

9/28/2007

la biblioteca de lucien


The Jessamy Brides, Virginia Woolf


The Jessamy Brides es una historia que sólo existió en la cabeza de Virginia Woolf durante algunos días de 1927. Era una fantasía sobre dos chicas que desde lo alto de una torre podían contemplar todo el mundo y diferentes tiempos.

Como Las olas, cuyo primer bosquejo no involucraba al mar, sino a unas polillas que entraban por la ventana al cuarto de Virginia, esas Novias de Jessamy se transformaron en Orlando, la criatura andrógina de larga vida inspirada en Vita Sackville-West (o la carta de amor más larga que se haya escrito, según Borges).

Con ello, la historia de las jóvenes vigías desapareció para siempre. Sabemos lo que pudo haber sido por lo que Woolf escribió en su diario en esa época.

Pero en cierta forma esa historia existió, incluso fue un texto invaluable durante los noventa. Al menos para mí.

Pensando que The Jessamy Brides era un libro independiente y terminado, no el gérmen de Orlando, y habiendo quedado fascinado por los apuntes de esa historia que aparecen en los diarios de Woolf, me di a la tarea de buscarlo en diversas recopilaciones, sitios web, foros y bibliotecas.

Cuando descubrí que no estaba incluido ni en sus Relatos Completos comencé a sospechar que estaba cazando un fantasma. Como uno es de luces muy cortas, eso ocurrió años después de haber leído el diario.


Two Figures by a Lake, Briony Tallis


Si preguntan a alguien que haya leído con atención Atonement, la novela de Ian McEwan, qué se cuenta en Two Figures by a Lake, cómo es ese relato, el interrogado podrá darles varios detalles, incluso decirles el estilo que posee, a pesar de que no está escrito en ningún lado.

Entre las dos pastas de Atonement caben varios niveles de ficción y diversos registros, pero su mejor toque, por inexistente, es Two Figures by a Lake.

Se trata de una novella escrita por Briony Tallis (protagonista de la novela), donde refiere el día en que se le concedió un atisbo del mundo de los otros. Que es también el día en que ella arruinó varias vidas, pero eso lo averigua el lector gracias a los demás capítulos de Atonement.

El lector sabe lo que Briony sentía y sabía a esa edad, que escribió esa historia y la envió a una revista literaria para que consideraran su publicación.

Además, por la carta que recibe de la editora, sabemos que ese texto de juventud es un monólogo interior y que la autora posee un talento inusual para su edad. Viendo las ambiciones de la chica, la editora le recomienda leer a Virginia Woolf y Henri Bergson.

La única línea de ese borrador que aparece como tal bien podría haber salido de una obra de Woolf: “the leonine yellow of high summer” (el amarillo leonado del alto verano).


La biblioteca de Lucien en The Sandman


En The Sandman (el cómic escrito por Neil Gaiman durante los ochenta y noventa) había un personaje, Lucien, que tenía bajo su custodia todos los libros soñados por los mortales, incluidos los que nunca fueron escritos.

Ahí aparecían títulos como Love Can Be Murder de Raymond Chandler, The Conscience of Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle y Alice’s Journey Behind the Moon de Lewis Carroll. Otros de los volúmenes preservados por Lucien eran sueños dentro de sueños: libros apócrifos citados en obras que sí habían sido escritas. Apócrifos para nuestro mundo de vigilia, no para Lucien. Imagino que su biblioteca cuenta con un par de buenos ejemplares de The Jessamy Brides y Two Figures by the Lake.

Intenté averiguar para esta nota la fecha exacta en que Virginia Woolf escribió en su diario sobre The Jessamy Brides. Al hurgar en mi librero descubrí que de los tres tomos que tengo de sus diarios, el único que he perdido es el que incluye las entradas de 1927.

Comencé a dudar de la anécdota. También de la fecha. En este momento ese tomo bien podría estar en la biblioteca de Lucien.

9/26/2007

la boa de ute lemper

Lo que dijo Ute Lemper de su propio atuendo, anoche en el teatro de la ciudad.

Esta boa perteneció a Marlene Dietrich, es antigua, olorosa... llegó hasta Angela Merkel, quien en una conferencia de las Naciones Unidas la regaló Condoleezza Rice, quien decía mucha mierda todo el día, pero por las noches se movía como una gata al ponerse la boa.

Cuando Condoleezza se aburrió de la boa dijo: "dejemos que una demócrata la use, sí" y se la pasó a Hillary Clinton, quien decía cosas lindas todo el día, pero por las noches se veía estúpida al ponerse la boa.

Así que la botó. La boa terminó en el mercado negro. Cruzó la frontera. La encontré en un mercado de Monterrey ayer.

¿La quieres? Déjamela sólo cinco minutos, la necesito esta noche.

9/19/2007

la lengua del fórum

Hace tres años, a propósito el Fórum de las Culturas en Barcelona, Rafael Gumucio publicó un artículo donde extraía su interpretación general de pequeños acontecimientos, instantáneas que decían más que una panorámica de lo ocurrido.

En una de ésas refería una conferencia traducida simultáneamente a varios idiomas, entre ellos el catalán y el de los sordomudos, pero no el español. A pesar de encontrarse en España, todos estaban en mejor situación para comprender aquella plática que él, un hispanohablante. A partir de esa escena absurda Gumucio explicaba que el quid de ese primer Fórum, más que los problemas globales anunciados en los folletos, era promover a Barcelona (que no a España) como la capital de la gestión cultural en el Mediterráneo. Un asunto de turismo cultural.

Las críticas a la pertinencia, administración y difusión del Fórum regiomontano que arranca mañana han salido de las más diversas bocas. En mi experiencia personal, son los taxistas los que se llevan el primer lugar como opinadores freelance al respecto. Lo que me llama la atención en este momento, ya pasados (o casi) los preparativos y todavía en espera de los hechos, son los problemas de traducción y comunicación que padece.

Uno de los primeros encuentros mundiales programados es el interreligioso, con la participación del Parlamento de las Religiones del Mundo. Todavía hoy aparece en su página oficial, cpwr.org, una invitación para la cita en Monterrey y un link a la página del Fórum 2007, con la aclaración “spanish only”.

Este error de los organizadores, invitar a visitantes de todo el mundo pero hacerlo sólo en español, ha sido corregido en últimas fechas (ahora el sitio está disponible en francés e inglés) pero ya es muy tarde. A un día de la inauguración los hoteles de la ciudad no tienen el lleno previsto y sólo entre un 15 y un 25 por ciento de los huéspedes son visitantes extranjeros. Y en Wikipedia hay más información sobre la siguiente reunión del Parlamento de las Religiones (Melbourne, 2009) que sobre la que está por ocurrir en Monterrey. Este problema no tiene ninguna justificación monetaria posible, el costo de traducir la página web era prácticamente nulo.

En el extremo opuesto, me comentan que al abrirse el nuevo paseo de Santa Lucía al público hubo una lancha, cargada de paseantes mexicanos y con un solo turista estadounidense, donde la guía comentó el recorrido únicamente en inglés. Ambos ejemplos muestran intentos de comunicación frustrados, pero a diferencia de la anécdota de Gumucio, donde puede interpretarse la ideología unidireccional del Fórum barcelonés, éstos envían un mensaje equívoco. “Queremos que se hable de Monterrey, pero no sabemos cómo hablar de Monterrey”.

9/11/2007

menos es más: cuatro conciertos en monterrey

Hablando de rock, pop, similares y conexos, las dimensiones del escenario y la cantidad de público esperado para un concierto afectan, notoriamente, la forma en que un grupo aborda su repertorio.

La autogestión y los foros pequeños no son una panacea que mejore a toda banda que se ampare en ellas, del mismo modo que firmar para una transnacional y llenar arenas no tendría por qué condenar a nadie. Lo que muere en el tránsito del bar al estadio no es la calidad del músico ni la de sus composiciones, sino las posibilidades con que cuenta para transformar esas composiciones en una noche imprevista y memorable.

Ante un público de miles y tras una enorme inversión en equipo y espectáculo sólo queda una opción: dar a esos miles aquello por lo que han pagado, un rosario de singles interpretados del mismo modo que en los discos. Y pobre del que se salga del guión.

Aunque en los últimos años he saldado deudas con la nostalgia, viendo algunos de mis grupos favoritos de adolescencia, esos conciertos no dejaron la misma satisfacción que me produjeron otros músicos que, en principio, ocupaban un sitio más modesto en mi corazón, pero que gracias a la cercanía que tuvieron con su audiencia, y a que se permitieron reinventar su cancionero, dejaron muy buena impresión. Aquí hago un breve repaso de esas ocasiones.


Pole Trio (31 de marzo de 2006, Café Iguana)

El prestigio de Stefan Betke estaba asentado en el glitch y su personal revisión del dub, es el típico “chico que hace ruiditos con su laptop”. Nadie estaba preparado para lo que hizo esa noche.

Llegó con bajo y batería, y les dejó tramar ritmos acelerados que él arropó y matizó desde su cacharrería análoga y digital. Hubo pasajes al inicio en los que, de no ser por convencionalismos, el público podría haber armado un headbanging en plan Slayer.

Empezó con dos horas de retraso y tocó durante una hora. A nadie le molestó.


The Whitest Boy Alive (27 de febrero de 2007, Café Iguana)

De Dreams sólo me habían ganchado dos canciones, iba por ellas y porque en mi ciudad no tocarían Kings of Convenience. Pronto desapareció toda reticencia: nunca he visto tanta gente bailando en el Iguana sin DJ de por medio.

Apoyado por una banda curtida en la improvisación y un amplio espectro de músicas, injertando en su set disco, funk, guiños al dance de los noventa y a sus colaboraciones con Röyksopp, Erlend convirtió los cuarenta y pocos minutos del álbum en dos horas sin desperdicio ni pausa.


Ninetynine (10 de agosto de 2007, Fiesta Garage)

Guitarra, teclado, batería aporreada sin piedad y ¿vibráfono? Sí, pero la instrumentación no era lo más inusual.

Cada integrante de este grupo australiano tocaba por turnos los diferentes instrumentos y cada quien les imprimía una sonoridad y técnica particular.

Recibimos rock sin adjetivos de buena factura, espíritu riot sin telarañas, así como un constante cambio de posiciones y ritmos.

Al día siguiente tuvieron que recordarme que hubo problemas de sonido y que un tipo se metió a fastidiar al escenario, el subidón de adrenalina me había hecho olvidar esos detalles.


Jessie Evans & Toby Dammit (6 de septiembre de 2007, Aura)

El más reciente. Eran sólo dos en el escenario: la ex The Vanishing cantando y al saxofón, junto a Dammit y su porte de caballero sureño en la batería y las maracas rumberas.

Había ocasionales secuencias y caja de ritmos, el set fue breve, incluso tuvieron que repetir una canción al final y ella pidió disculpas (en castellano) por no tener más qué ofrecer. ¿Por qué fue magnífico? Sucede que Evans se convierte sobre el escenario (y bajo él, entre la gente y montada en la gente) en una imposible heredera de Josephine Baker y Louise Brooks poseída por la voz de Siouxsie Sioux.

Para cuestionar cualquier otra cosa que te quieran presentar como revival de cabaret.

Esta selección es subjetiva y obviamente quedan fuera otros que podría haber disfrutado pero estúpidamente me perdí. En todo caso, cada vez me convenzo más de que los conciertos placenteros ocurren en corto, entre pocos y con el grupo dispuesto a transfigurar su música, mutarla en algo que sólo sobrevive esa noche. Los arrejuntes de masas, frente al ídolo que repite su rutina de años, están bien para las campañas electorales y los acarreos sindicales. El rock respira mejor lejos de ellos.

9/07/2007

blancmange

La mayor parte del tiempo Jorge y el Sr. Sagaz hablan de música. Casi siempre de música de los ochenta. Con todo, el Sagaz no sabía nada de Blancmange, y Jorge no mencionó a ese grupo hasta la noche del martes, porque encontró entre sus archivos la canción "Living on the Ceiling".

Al día siguiente el Sagaz entró a The Commercial Zone (uno de sus blogs de cabecera) y encontró que el disco de ese día era Happy Families, el debut de Blancmange, que incluye "Living on the Ceiling".

8/24/2007

suedehead

Al pasar por Santa Lucía, la Hermana Mostaza dijo que el edificio en construcción le recordaba la escenografía que usara Pink Floyd en la gira de The Wall. "Lo que no han dicho es que cuando termine el Fórum, de esa columna va a salir David Gilmour tocando el solo de Comfortably Numb y luego van a derrumbar el edificio", apuntó el Sr. Sagaz.

Cuando llegaron al Iguana pasó lo que nunca: en las pantallas estaba el video de "Comfortably Numb" en vivo.

Mientras lo veían el Sagaz contó el chisme que había escuchado esa mañana: Morrissey rechazó los 75 millones que le ofrecieron para reunir a los Smiths. Acababa de decirlo y comenzó el video de "Suedehead". Cartografía elemental, pero cartografía al fin.

8/22/2007

un gato mojado no es un gato

Extractos de Por encima de las nubes, cómic de Jordan Crane.

chanfle

Esta vez las noticias de duermevela no tuvieron nada curioso, sólo asqueante. Una nota en Teleactiva (canal 2 local) sobre cómo los niños peruanos se habían salvado de sufrir accidentes durante el terremoto reciente, por estar en sus casas viendo el Chavo del Ocho. Sensiblería, autopublicidad y mal gusto en sólo un par de minutos. Juro que no vuelvo a usar ese canal como despertador.

8/20/2007

los nuevos billetes de $20

Anuncian que sus dimensiones permitirán que sean identificados por los ciegos.

Yo digo que los ciegos no deben haber tenido mucho problema para reconocer los anteriores: si estaba roto, era de $20.

dupuy, berberian y monsieur jean

Philippe Dupuy y Charles Berberian viven del diseño publicitario, la bande dessinée (como llaman los galos al cómic) les deja más dolores de cabeza que ingresos. Estrictamente hablando, no necesitan trabajar juntos, dado que ambos escriben y dibujan, pero llevan más de veinte años creando historietas a cuatro manos. Su obra más conocida es la serie de Monsieur Jean, un treintañero que se ha dado de topes con la vida, crecido y madurado (es un decir) junto con sus autores.

Jean cuenta hasta el momento con siete volúmenes, el primero publicado en 1991, y se inscribe en la línea de historietas que capturan la cotidianeidad y la vida del individuo promedio. Lo que lo aleja de sus semejantes americanos es un trazo más caricaturesco y romántico, así como referencias a una cultura popular que se inclina más hacia Billie Holiday que a la MTV. En un primer acercamiento lo que más llama la atención del lector es cómo sus personajes, de aspecto gracioso, tienen historiales tan melancólicos.

Como sus inventores, Jean escribe. No comics, sino novelas, aunque sólo tiene una publicada. Su cocierge le hace la vida imposible, mientras la ciudad y sus amigos parecen empeñados en reencontrarlo con viejos amores, ocasiones que permiten a Dupuy y Berberian realizar flashbacks a su primera juventud. Emocionalmente hablando, tiene en un extremo al niño que alguna vez fue, quien escribió una carta al Jean adulto para recordarle sus deseos de infancia; el otro extremo lo representa su vecino, un anciano suicida que le muestra lo mal que pueden terminar las cosas cuando se envejece aislado del mundo.

En su imaginación Jean se ve a sí mismo como un batallón guarecido en un castillo medieval con la inscripción “Déjenme solo” a la entrada. Hacia el tercer volumen, Les femmes et les enfants d’abord, el rey ciego y sordo del castillo ordena bajar el puente levadizo para que entre Cathy, con quien Jean sienta cabeza, se convierte en padre e inicia un nuevo ciclo. Une certain équilibre, la más reciente entrega de la serie, se centra en las historias de sus amigos: un desastroso padre soltero y una chica que lidia con el mal de Tourette y la incapacidad de encontrar un hombre que valga la pena. Parece una colección de desencantados, pero cada subtrama es resuelta, si no con un final feliz, sí con humor, haciendo a los personajes entrañables y permitiendo al lector identificarse con su situación.

Las dudas que enfrenta Jean hacia la mitad de la serie son un reflejo del momento del momento delicado por el que pasaban sus autores, sobre todo Dupuy. Para exorcizar sus males, Berberian tuvo la idea de escribir Journal d’un album, el “making of” de Monsieur Jean, repaso autobiográfico donde comparten con los lectores su proceso creativo y conflictos personales.

Ante el empuje de la nueva generación de la bande dessinée (representada por Joann Sfar y Manu Larcenet) Dupuy y Berberian han pasado a la categoría de clásicos en Europa. El resto del mundo comienza a descubrirlos gracias a las traducciones al inglés realizadas por Drawn & Quarterly. Esa casa publicó el año anterior Get a Life, que reúne los tres primeros tomos de Jean, así como el Journal d’un album, rebautizado como Maybe Later. Ambos tomos abandonan el formato de álbum para cumplir con los estándares del cómic americano (más compacto), pero dejando intacta la gracia y melancolía del original, por lo que se recomienda su lectura para iniciarse en la obra de este dúo.

PD. Existen traducciones al castellano de Monsieur Jean, de la editorial española Norma. Paradójicamente, en México esas versiones son más difíciles de conseguir que los originales o la edición estadounidense.

8/16/2007

la tiendita de los horrores 2

La más reciente experiencia del Sr. Sagaz con Chafimsa, la proveedora editorial que podría haber sido inventada por Alfred Kubin.

-Chafimsa, buenas tardes.
-Quiero verificar la disponibilidad de un libro.
-Lo comunico a ventas, un momento.

Y la chica colgó. En lugar de transferir la llamada. Colgó.

Segundo intento.

-Chafimsa, buenas tardes.
-Comuníqueme con uno de los vendedores, por favor.
-Un momento.

En lugar de música tienen estática de espera. Debajo de la estática, casi inaudible, hay algo que parece música. Luego de cinco minutos el Sagaz descubrió que aquello era Radio Nuevo León muy mal sintonizada.

Más espera. ¿Un gemido? Regresa la estática musical. Contesta el vendedor y el Sr. Sagaz pregunta por el libro.

-Sí, aquí lo tenemos.
-¿Hasta qué hora puedo pasar por él?
-No, digo, lo tenemos en sistema, pero no está en la tienda. Lo podemos mandar pedir.
-¿Cuánto tardaría?
-Una semana.
-Está bien, lo ocupo hasta el viernes de la siguiente semana.
-Pero quizá ya no se pueda pedir, a veces los tenemos en sistema pero ya no nos llegan, tengo que confirmarlo.
-¿Cuándo me podría dar la confirmación?
-En una semana, cuando mucho.


Horas más tarde, en la Biblioteca donde labora el Sagaz.

-¿Qué pasó con el libro, lo encontraste?
-El único proveedor en la ciudad es Chafimsa.
-Eso es un no, ¿verdad?

8/13/2007

tony wilson (1950 - 2007)


Como Dylan tomando la guitarra eléctrica en Newport, o los primeros agarrones entre sound systems en Jamaica, lo que pasó en Manchester a fines de los setenta (y de manera atenuada durante la siguiente década) fue decisivo para la historia de la música popular. El rock tuvo ahí y entonces un renacimiento: la refundición de todo su pasado en el post-punk, el gran semillero de los subgéneros por venir. Uno de los principales promotores de esa escena fue Tony Wilson, quien falleció el pasado viernes.

Para los padres de familia de Manchester era sólo un conductor televisivo. Para sus hijos, el tipo que desenterraba a los grupos más arriesgados y les daba una disquera sin contratos (Factory Records), un escenario (The Hacienda) y espacios en la televisión.

La suya fue una historia grande para el rock, pero no para su cuenta de ahorros. Ian Curtis, el cantante de Joy Division (la gran joya de Factory), se ahorcó en vísperas de la gira por Estados Unidos que hubiera llevado al grupo al reconocimiento masivo. Los sobrevivientes del grupo se transformaron en New Order, impecable cruce entre el rock y la música de baile que conoció el éxito en las listas y entre la crítica, pero que en la cúspide de su carrera dejó a Tony esperando durante tres años para editar un nuevo disco. Lo de los Happy Mondays fue un asunto aparte: patrocinar cualquier proyecto de Shaun Ryder era un suicidio financiero. Para rematar, el famoso club fundado por Wilson, The Hacienda, siempre estaba abarrotado pero los clientes lo dejaban sin ganancias porque preferían meterse éxtasis a comprarle alcohol.

La mejor introducción a su vida y obra es la película 24 Hour Party People (Michael Winterbottom, 2002), retrato de la escena mancuniana en el que se narran momentos trágicos y desencuentros violentos con aire de comedia, sin que por ello el mito pierda lustre. Tony Wilson tendría después un pequeño papel en A Cock and Bull Story, la adaptación de Tristram Shandy filmada por Winterbottom, donde él y Steve Coogan (el comediante que hacía de Wilson en 24 Hour Party People) se interpretan a sí mismos. La última gran empresa de Tony también estuvo relacionada con el cine: coprodujo Control, la biopic sobre Ian Curtis que Anton Corbijn presentó en el último festival de Cannes. Los avances de Control disponibles en YouTube no son muy alentadores, pero tampoco sería la primera película recomendable con un trailer desafortunado.

Wilson lidiaba contra un cáncer de riñón desde el año anterior, por lo que fue operado y recibió quimioterapia, sin conseguir que su estado mejorara. Finalmente, fue un ataque al corazón lo que lo venció, la tarde del 10 de agosto. De acuerdo a las declaraciones que hizo poco antes de morir, no se sentía satisfecho con sus logros y seguía planeando nuevos proyectos. No alcanzó a ver el estreno comercial de Control, ni la versión ampliada del festival In The City (el “South by Southwest británico”, organizado por él y su compañera).


PD. Si no hubiera muerto Tony Wilson hoy estaría hablando sobre la tocada de las Ninetynine en Monterrey. Ocurrió el sábado y hasta el momento es mi segundo concierto favorito de este año, sólo por debajo de The Whitest Boy Alive.

8/10/2007

tony wilson (1950 - 2007)

Entré a MySpace para enviar un boletín, de la tocada de esta noche en el Garage. Cuando lo envié y regresé a la página de inicio había un nuevo boletín de Warren Ellis: murió Tony Wilson, el hombre detrás de Factory Records (Joy Division, Happy Mondays, todo el asunto Madchester) y el club The Hacienda, quien fuera interpretado por Steve Coogan en 24 Hour Party People.

De momento la biblioteca es un caos y no da tiempo, pero espero subir algo sobre él este lunes.

7/30/2007

se habla globish

A comienzos de este año apareció en Francia el libro Google-moi, de la filósofa Barbara Cassin, el cual analiza la ubicuidad del inglés en internet y lo interpreta como la última avanzada de un colonialismo lingüístico.

Cassin establece una distinción: en muchos casos esa lengua que utiliza palabras del inglés ya no es inglés, sino globish, una versión global utilizada sólo para la transmisión de información, sin las demás funciones del lenguaje. Un inglés práctico que se reduce a las palabras y frases más comunes del idioma.

Antes de Google-moi, la autora había pasado doce años preparando un diccionario de terminos filosóficos intraducibles, obra donde se convenció de la necesidad de una pluralidad de lenguas, preferible a una lingua franca que, aunque útil para las transacciones más elementales, no abarca todo lo que puede enunciarse.

Fueron los encuentros con sus colegas de todo el mundo para la preparación de ese libro los que la hicieron lidiar con el globish. Paradójicamente, los filósofos que se comunicaban en globish se entendían mejor que entre ellos que con los angloparlantes. En una entrevista del año pasado, la autora mencionó como el peor de los escenarios posibles para el futuro una preponderancia del globish que redujera las lenguas tradicionales a dialectos.

Hasta ahí sobre Cassin. Hoy recordé su libro porque en la columna de anuncios que aparece en mi cuenta de Gmail surgió uno del sitio get-by-in-spanish.com, con la siguiente promesa: “with this simple method it takes just 138 words to express just about anything you want to say in Spanish”. Es decir, una invitación al globish en versión castellana, un “globanish”. De momento no es ninguna tendencia, sólo el negocio de un individuo. Habrá que estar atentos a su desarrollo, porque una propagación de lenguas en traveler’s edition tampoco es un escenario esperanzador. Sobre todo si su número de hablantes aumenta más velozmente que el de las lenguas tradicionales.

Resulta chocante hablar en estos términos, tratar como lengua independiente al uso parcial de una lengua ya establecida. Ni siquiera Jean-Paul Nerrière, el hombre que ha patentado el término globish, lo considera un idioma. “No es la lengua de Faulkner o Virginia Woolf”, comentó en una entrevista para el International Herald Tribune, explicando que se trata sólo de una herramienta. “Un lenguaje es el vehículo de una cultura, el globish no pretende ser eso, es sólo un medio de comunicación”, afirmó el también autor del Parlez globish.

Los libros de Nerrière han sido criticados por sus insuficiencias didácticas. Cuando Cassin habla de globish se refiere al que surge espontáneamente en los intercambios internacionales, no a su versión codificada. Para terminar, subrayemos que en internet es la cantidad de usuarios la que determina la relevancia de un tópico, por encima de la autoridad y calidad de los contenidos y, desde antiguo, es el habla viva de los individuos y no la reglamentación la que dicta la transformación de las lenguas, así que los temores de Cassin tienen fundamento.

7/23/2007

warren ellis - fell


Warren Ellis es homónimo del violinista de los Bad Seeds que acompañan a Nick Cave. Pero, como él mismo explica en MySpace, es fácil distinguirlos: “él es australiano y toca el violín, yo soy inglés y soy un genio”. La parte que el británico omitió es que ambos son muy malas semillas.

Ellis es un prolífico guionista de comics y novelista, notorio por la comunicación que mantiene con sus lectores. En el cómic se ha mostrado como un autor todo-terreno, que lo mismo aborda el manido tema de los superhéreoes en spándex que sus personales pesadillas urbanas, como hizo en Transmetropolitan, la saga de Spider Jerusalem (un Hunter S. Thompson del futuro). En su extensa obra destaca, por su concisión y un sistema de publicación innovador, uno de sus títulos más recientes: Fell.

En Fell, Ellis alcanza el equilibrio entre el mercado y las ideas. Es uno de los comics más económicos, cuenta historias autoconclusivas (liberando al lector de un consumo adictivo para comprender la trama) y en lugar de tapizarlo de publicidad, aprovecha las páginas libres para explicar su proceso creativo y ofrecer muestras de sus guiones.

Este título mensual sigue las investigaciones de Richard Fell, detective de la policía de Snowtown, quien literalmente ha caído de gracia: tenía un buen puesto al otro lado del puente, en la Gran Ciudad de la que fue exiliado por poner una bala donde no debía. Ahora, de este lado del puente, debe ejercer su oficio en una población donde hace mucho desapareció toda pretensión de cordura. La parte aterradora para el lector es que varios de los casos de Rich Fell los ha tomado Ellis de la nota roja. En cierto modo, los lectores también vivimos en Snowtown.

Como explica en el número tres una anciana que vende trajes usados y armas, Snowtown envió un buen contingente de jóvenes a la guerra y al parecer no hubo suficientes bajas entre ellos. Una generación entera regresó embrutecida por la sangre y entrenada para usar armas. En un par de décadas el lugar entró en una perpetua guerra civil de cada ciudadano contra los demás. La policía (que sólo cuenta con tres detectives y medio) ocupa un cuartel en la calle Moon, pero no hace mucho más. No porque se haya amafiado con los criminales, sencillamente se sabe rebasada por un Gran Mal y abandonada por todo apoyo exterior. De hecho, los personajes jamás mencionan a ninguna institución, los dueños del lugar no tienen rostro ni nombre.

Apuntemos en la cuenta de Ellis el no presentar a su protagonista como una encarnación de la justicia natural: a Rich se le escapa un homicida por culpa de un desplante de vanidad, y en otra ocasión mata concientemente al que no era responsable de un crimen. Cuando toda referencia moral ha caído se trata sólo de mantener cierto equilibrio. Fell no es un héroe y carece de la frialdad de un antihéroe: apenas tiene un sentido de la correspondencia entre los variados elementos de un ecosistema en caída libre. Eso, y el sello protector de Snowtown (una “s” tachada) marcado a hierro en su cuello por su única amiga, la dueña del Idiot’s Bar.

La ilustración corre a cargo de Ben Templesmith, dibujante de estilo feísta que utiliza la edición digital como una brocha gorda de tonos marrones y ocres. Los colores justos para un mundo en descomposición. Uno que, tristemente, está basado en el nuestro.

Image Comics acaba de publicar Feral City, volumen que reúne las primeras ocho entregas de Fell, done se echan en falta las editoriales de Ellis, sólo disponibles en los números sueltos.

gattaca

Pasamos el domingo viendo un maratón de Héroes. En la serie, Mohinder trataba de encontrarle sentido a los archivos que su padre había dejando en la computadora, con la información genética de cientos de personas. En la pantalla aparecían repetidas en diversos acomodos las letras G, A, T y C, así que después de un rato pudo reconocerse la palabra GATTACA en esa sopa de letras.

Terminado el maratón televisivo, fui a casa de mis padres y pasé la tarde leyendo On Our Own Now, una antología de ensayos de Gore Vidal. Cuando llegué a los ensayos relacionados con sus guiones para televisión quise buscar qué guiones eran suyos. Junto a esa información encontré, en Wikipedia, que Gore Vidal ha participado como actor en algunas series y películas, entre ellas Gattaca de Andrew Niccol. Y ya que andamos en esto...

El significado de la palabra Gattaca


"Gattaca" es una palabra formada por las letras que representan a la guanina, la adenina, la timina, y la citosina, que son las bases del ADN.

Esto quiere decir que la secuencia GATTACA, junto con muchas otras, aparece muchas veces en el genoma humano. Por eso en los créditos de la película las letras G, A, T y C tienen un diseño distinto del resto de las letras.

7/17/2007

un punto perdido en las arenas de arrakis

El Sr. Sagaz veía la TV la tarde del domingo. El documental era sobre el agarrón entre Ivan Lendl y McEnroe en la final de Roland Garros en 1984. Un trabajo precioso, el director había buscado a todos los involucrados veinte años después, jueces, cronistas, los propios jugadores. Un canoso McEnroe todavía se enfurece cuando le recuerdan esa noche en que ganó los dos primeros sets y terminó perdiendo contra un tipo que detestaba. Y el odio era correspondido: el viejo Lendl que apareció en pantalla no desperdició la oportunidad para hablar pestes del vencido. De acuerdo al narrador, fue esa noche la que marcó muchas de las actuales reglas para controlar a los tenistas en sus reclamos a los jueces.

Y en eso, de golpe, se interrumpió el documental (era en el canal 28, retransmitido del 22) y entró una escena de Dune (la serie de TV, no la película de Lynch), donde se veía a una mujer dando a luz en una caverna fremen. La partera, extasiada, alzó al recién nacido y exclamó "a healthy new warrior for the cause". Y regresó el documental, con McEnroe rabiando porque no le otorgaban un punto que, esa vez, sólo esa vez, sí le pertenecía.

7/16/2007

golem instant lunch

Rabí Hanina y rabí Osa'ia se ocupaban todas las vísperas de sábado con el Libro de la Creación -según una lectura diferente: con las normas (halajot) sobre la creación-, y se fabricaron una ternera a un tercio de su tamaño natural y la consumieron.

Gershom Scholem, La cabala y su simbolismo

7/12/2007

y seguimos con hume

El celibato, el ayuno, la penitencia, la mortificación, la abnegación, la humildad, el silencio y toda la serie de virtudes monásticas, ¿por qué razón son todas ellas rechazadas por los hombres de buen sentido sino porque no sirven para nada: ni aumentan la fortuna del hombre en el mundo, ni hacen de él un miembro más valioso de la sociedad, ni lo hacen capaz para el entretenimiento de las reuniones sociales, ni aumentan el poder del regocijo consigo mismo? Observamos, por el contrario, que impiden todos estos defectos deseables fines, atontan el entendimiento, endurecen el corazón, oscurecen la fantasía y agrian el temperamento. Por tanto, podemos justamente pasarlos a la columna opuesta y colocarlos en la lista de los vicios, ya que ninguna superstición en el mundo tiene fuerza suficiente como para pervertir por completo estos sentimientos naturales. Un triste y atolondrado fantático puede ocupar una fecha del calendario después de su muerte, pero difícilmente será admitido, en vida, en la sociedad y en amistades íntimas, salvo por aquellos que son tan delirantes y funestos como él.

David Hume, Investigación sobre la moral (1752)

noticias de duermevela

1. El domingo el Sr. Sagaz visitó a sus padres. Luego de un año en que no había crecido ni respondido a la quimioterapia, el tumor que el Sagaz padre aloja en su panza ha despertado y se le ve toda la intención de conquistar más territorio. Ahora el Sagaz padre debe decidir si acepta una quimio más fuerte o lo deja ser. "Si la quimio aumenta me va a dar mucha lata, tendré que dejar de hacer muchas cosas. Todavía no decido". El hombre acaba de jubilarse y se la había pasado tocando la guitarra, escribiendo un intento de novela y siguiendo el hasta ese momento arrollador avance de la Selección en la Copa América. "Si te deprimes te ataca peor", explicó.

2. Las noticias de duermevela son una experiencia única, no tienen nada que ver con mirar un noticiero en condiciones normales. Llamaremos así, noticias de duermevela, a la primera noticia que aparece en la pantalla cuando uno utiliza la TV como despertador. Éstas suelen encontrar a su amodorrado espectador en un estado de receptividad especial, donde todas las notas tienen algo de fabuloso.

Esta mañana el Sr. Sagaz despertó con Loret de Mola entrevistando al autor de un libro titulado Amor y desamor, publicado por Taurus. Al parecer el autor es médico, y al entrevistador se le veían ganas de convertir la entrevista en una consulta personalizada, pues incidió una y otra vez en el tema de los celos. Todo lo que pudo sacarle al médico fue una referencia a Medea y otra sobre el Código de Amor en la Provenza de los trovadores, para terminar rechazando que los celos sean naturales a la química del amor. Son más una cuestión cultural, concluyó. ¿Y el desamor?, le preguntaron. "Ése tiene consecuencias fisiológicas -explicó el médico- por ejemplo, está comprobado que el cáncer avanza más rápido en un paciente deprimido".

7/11/2007

hume

Hay un proverbio griego que dice: odio al compañero de ebriedad que no olvida jamás. Las locuras de una orgía deberían ser sepultadas en un eterno olvido a fin de dar plena libertad a las locuras de la próxima.

En las naciones en que una galantería inmoral está, en cierto modo, autorizada por la costumbre, cuando está cubierta por un débil velo de misterio, surge de inmediato una serie de reglas calculadas para la conveniencia de esas relaciones. La famosa corte o parlamento de amor, de Provenza, decidió antiguamente todos los casos difíciles de esta naturaleza.


David Hume, teorizando en torno a la peda y la loquera en Investigación sobre la moral (1752)

7/10/2007

alphaville

La primera vez que el Sagaz vio una escena de Alphaville debió ser en 1986 u 87. Una madrugada. La estaban pasando por Imevisión, su madre se había quedado despierta viéndola. Cuando el pequeño Sagaz preguntó qué era aquello, su madre respondió "una policiaca, pero extraña, casi no hablan y la cámara se mueve raro".

Diez años después, el adolescente Sagaz fue con el Sr. Sensato a rentar Alphaville en el Blockbuster de la Avenida Leones. Tardaron como tres horas en verla completa, pues la TV que el Sensato tenía en su madriguera se iba oscureciendo poco a poco, hasta que la pantalla quedaba completamente negra. Cuando eso ocurría había que apagar la videocasetera, golpear el televisor, apagarlo, encenderlo y continuar con la función.

Ahora, diez años más tarde, la película se exhibe en el cineclub del Gargantúa. El Sagaz no podrá estar ahí para guiarlos, así que si van a verla y notan que hay problemas, tomen el proyector, apáguenlo, denle de golpes y enciéndanlo de nuevo. Así funciona esa película.

7/09/2007

tortugas

Las tortugas mascota son una tradición en la familia de Luisa. El sábado me contó que en casa de su hermana hay una veintena de tortugas arrastrándose por el patio y por los túneles que corren bajo el patio. Una de ésas tiene 35 años. En casa de Luisa hay dos. Una, la viva, pasa el día acostada junto a las macetas; otra, la muerta, lleva un año en el congelador y algún día será enterrada en una maceta, cuando su dueña encuentre una de su agrado.

Las tortugas llegaron a la familia a comienzos de los setenta. Comenzaron con una sola, que se extravió. La madre de Luisa juntó a los niños de la cuadra y ofreció una recompensa de un peso para quien encontrara y trajera de regreso a la perdida. De no se sabe dónde, cada niño consiguió una tortuga, la presentó y cobró su recompensa. Así comenzó el criadero de quelonios.

7/06/2007

el ataque del trífido

Caminando anoche por Zaragoza, el Sr. Sagaz sintió de pronto que un leve jalón, proveniente de no se sabía dónde, intentaba detener su avance. Al mismo tiempo vio como una rama de árbol, cobrando vida, se acercarba por atrás a su cabeza. Era un movimiento calculado, seguro, como si el árbol tuviera pleno control de sus extremidades y pudiera atrapar objetos con ellas. Unos segundos después la acción arbórea tuvo explicación: la capucha de la sudadera que usaba el Sagaz contaba con un cordón, para ajustar su tamaño, y un extremo de ese cordón se había quedado prendido de la rama. Al igual que ayer, nuestro amistoso vecino volteó a ambos lados de la calle para comprobar quién había presenciado la pendejada que le acababa de ocurrir (no había nadie). Retiró el cordón, lo guardó en la mochila y siguió su camino. Por cierto, su pierna ya está mejor.

7/02/2007

poncho


Aquí va una canción de Laetitia Sadier dedicada a Poncho, que gustaba de ella. Además de Laetitia teníamos otras cosas en común: las revistas Ciencia y Desarrollo de los ochenta, una relación ambivalente con Xalapa, los grupos de Thrill Jockey, la barra del Gargantúa y varios amigos. Alfonso tocaba en Los Lichis, le interesaban las pelis de CF y las lecturas metafísicas. Se nos adelantó. Queda por acá bastante gente que lo extrañará.

6/25/2007

por los caminos del suv

No me había percatado de la omnipresencia del SUV (“vehículo deportivo-utilitario”) hasta que el año pasado vi un capítulo de 30 Rock, la serie de comedia donde fue a parar buena parte del Saturday Night Live de los noventa. Todos los chistes de ese episodio giraban alrededor del SUV que Tina Fey tuvo prestado durante algunos días, y cómo éste había cambiado su actitud, hasta convertirla en toda una SUV Driving Mom: ciega a la presencia de los demás conductores, convencida de que todos debían abrirle paso a su mamut de cuatro ruedas y dispuesta a conducir hasta para ir a la esquina.

Con omnipresencia de los SUVs no quiero decir que todo mundo tenga uno o esté planeando hacerse de uno. Por el contrario, esos vehículos tienen un precio prohibitivo y su consumo de gasolina es para hacer palidecer a un monedero promedio. Es sólo que, como decía una campaña de otro automóvil, todo el mundo tiene uno en la cabeza: los tripulan los hip-hoperos en sus videos, también los héroes de las películas veraniegas y los jóvenes en anuncios que no venden automóviles.

En México su sex appeal no ha enganchado del todo, pues se les asocia primero (al menos a la Hummer) con el paso de narcos que reconocen sus territorios o acuden a alguna reunión. Para el resto del mundo la Hummer es un éxito. Y un encarnación del mal para muchos editorialistas, ecologistas y saboteadores de publicidad. El encono comenzó hace cuatro años, cuando se aprobó una ley que permitía a los dueños de negocios de los EU deducir hasta 100,000 dólares de impuestos gracias a la compra de vehículos pesados.

Como la ley que coincidió con el control de un buen pedazo de Medio Oriente por parte de los marines, los grupos críticos de las Hummers atribuyen a la Casa Blanca un razonamiento de este talante: como tenemos un excedente petrolero procedente de territorio controlado, pero no suficientes vehículos para venderlo como gasolina, habrá que hacer atractivos los coches que consumen más gasolina. Si la ley nació de un razonamiento así, entonces la Casa Blanca me recuerda al hermano mayor de Malcolm (In the Middle), tratando de matar una hormiga que subía por su brazo dirigiéndole rayos solares con una lupa.

Dejando de lado connotaciones políticas, ecologistas o paranoicas, las razones por las que hoy tengo un Hummer en la cabeza (que es el único sitio donde la tendré) son su estética y su pasado. Como todo coche costoso (y que hace evidente su costo), son un indicador de estatus, ahí no hay secreto alguno. Pero tradicionalmente los coches voluminosos anunciaban una solvencia proveedora, la de un padre de familia exitoso, no la de un aspirante a estrella o galán ligador. Para éstos últimos, tenidos por héroes del mundo, lo ideal era un coche deportivo.

La inutilidad de un bien es una forma de lujo antigua y venerada: los mandarines se dejaban crecer monstruosamente las uñas para demostrar que no necesitaban usar sus manos. Así, a los coches deportivos, además de diseño italiano, se los dotaba de un potente motor, a pesar de que no existieran calles en este mundo donde estuviera permitido correr a las velocidades que podía alcanzar el vehículo. Y algunos modelos deportivos eran de dos plazas, anunciando que a pesar de su alto costo no tenían ningún valor utilitario, eran instrumentos de placer puro, un credo no muy diferente al que practicaban los personajes de Ballard en Crash.

La forma, capacidades e inutilidades de un deportivo representan juventud, belleza, velocidad y despreocupación. La Hummer se utilizó para recorrer un Irak devastado tras la operación Tormenta del Desierto: no es bella ni veloz, es segura. "Un búnker con soportes para bebidas", como lo llamó Mark Dery en una entrada de su blog. Midiéndolo con los valores estéticos y mediáticos del siglo anterior, un SUV es imponente y casi indestructible (la resistencia iraquí ya demostró que no lo son), pero no cool.

Es para papá, no para los niños, deseosos de quemar llanta al dar vuelta y hacer rugir el estéreo mientras van a recoger a una chica. Cuando el SUV dejó de ser el vehículo para recoger a los niños en la escuela y devino nave para héroes de la MTV cambió el imaginario colectivo. Ahora lo cool es la seguridad propia, incluso por encima de la de los demás. Y esto no es así porque de golpe los jóvenes despreocupados del mundo hayan tomado conciencia del valor de su vida y su seguridad, sino porque nunca se había temido tanto a los otros.

6/23/2007

el libro como escaparate

Hace dos años, tras la petición de una madre de familia, una high school de Pennsylvania aceptó que sus libros fueran clasificados a la manera de las películas, para proteger a sus alumnos de contenidos considerados inapropiados. Todavía parece lejana la amenaza de los libros con la etiqueta “léase bajo la supervisión de un adulto,” pero hay otra práctica de la industria cinematográfica que está echando raíces en el medio editorial, y con mayor aceptación: la colocación de marcas comerciales dentro de una historia.

Anansi Boys y The Bulgari Connection

Neil Gaiman subastó en Ebay la oportunidad de bautizar un barco que aparecería en su novela Anansi Boys (la ganadora fue una línea de cruceros), pero ese dinero era para The Comic Book Legal Defense Fund. Durante el 2005 más autores (Chabon, Eggers, Palahniuk) siguieron el ejemplo de Gaiman para obtener fondos que permitieran la superviviencia del First Amendment Project. Hasta ahí la acción tiene sentido. En lugar de un escrito con apoyo moral a la institución o firmar una inútil carta de respaldo, los autores encontraron un medio de proveerle fondos.

La cuestión se hace más delicada cuando el autor obtiene un beneficio personal, y el texto se ve modificado (incluso en su título) para servir como plataforma publicitaria de un producto. El caso más sonado ha sido The Bulgari Connection (Harper Collins, 2001) de Fay Weldon. Originalmente se trataba de un libro para distribuir entre 750 clientes selectos de la joyería italiana Bulgari, un producto parecido a la serie de cortos The Hire, pagada por BMW para lucir sus coches.

Hasta ese momento The Bulgari Connection parecía una forma asfixiante de mecenazgo, pero se convirtió en publicidad a secas cuando, poco después, el libro salió a la venta para el público en general. Weldon asegura que está tan bien o mal escrito como el resto de su obra, la única diferencia son las referencias a Bulgari en ella, pero eso no evitó una lluvia de críticas por parte de sus colegas.

Cathy's Book y The Sweetest Taboo

Para cuando publicó The Bulgari Connection, la escritora ya tenía una carrera de varias décadas y gozaba de cierto reconocimiento entre sus contemporáneos, lo que la convierte en un caso atípico. Al parecer el área de mayor interés para el product placement literario serán los best sellers policiacos y la literatura juvenil. Un convenio sonado fue el que Sean Stewart tuvo con los cosméticos Cover Girl, el cual no implicaba ningún pago directo, pero sí la promoción de su novela Cathy's Book en el sitio Beinggirl.com, a cambio de mencionar los productos de Cover Girl en ella.

Cabe aclarar que las credenciales de Stewart en el medio editorial lo acreditan como todo un mercenario, y que este movimiento es una consecuencia natural de su trabajo previo. Antes la británica Carole Matthews consiguió un contrato similar con Ford para su libro The Sweetest Taboo (Avon Trade, 2004).

En general, la literatura juvenil reciente y los best sellers son más un asunto de marketing que literario: con el product placement en ellos sólo se está comprometiendo lo que ya estaba comprometido. Con o sin anuncios pagados, esos libros ya eran sólo una marca a la venta. En todo caso, habría que estar atentos a casos como el de Weldon.

Michael Chabon conoce ambos lados de la discusión

No fue poco el ruido que causó The Bulgari Connection. Llama la atención que uno de los críticos que la lapidaron en la primera plana del New York Times, junto a J. G. Ballard y Rick Moody, fue Michael Chabon, quien participaría cuatro años después en la subasta de nombres a beneficio de The First Amendment Project. Es decir, la discusión no está tanto en la práctica como en los beneficiarios de ésta, y en quién toma la iniciativa, el escritor o aquel que paga por incluir un nombre en la obra.

El primer impulso es sumarse a las críticas: es una negociación que merma la credibilidad del autor. Pero habiendo ya nombres importantes expresando su desaprobación, juguemos al abogado del diablo, sin aprobar la práctica, sólo cuestionando si estamos siendo ingenuos al considerarla novedosa.

El contexto original del product placement

Sería preferible que no se propagara el product placement en los libros. El mundo contemporáneo ya está suficientemente mercantilizado como para tener anuncios escondidos en la literatura. Pero no es la primera tentación ni la peor de su tipo. ¿Cómo vende un escritor su libertad de manera más peligrosa? ¿Aceptando una beca gubernamental, que le prohíbe morder la mano que lo alimenta, o haciendo que sus personajes fumen cierta marca de cigarros? ¿O venderse al gobierno es aceptable, pero hacerlo a la iniciativa privada es inconcebible?

Y recordando el contexto anterior del product placement, el cine: las marcas de los coches nunca me impidieron disfrutar una película de Michael Mann. Tampoco me pareció menos gracioso el programa de Frasier donde las bromas fueron acerca del transporte Segway comprado por Niles. Y Bret Easton Ellis está orgulloso de que su generación dejara de escribir “un costoso traje italiano” y dijera sencillamente “un Armani” una expresión cuyo contexto y significado tienen más peso para el lector. ¿Sería la obra diferente si el autor le esquilmara algunos billetes a Armani en el proceso?

Preferiríamos un mundo donde ninguna de estas estrategias se aplicara. Pero las críticas vertidas sobre The Bulgari Connection tienen tan poco que ver con la literatura como el cheque recibido por su autora. Llevo un par de horas buscando notas relacionadas en internet y no he encontrado una que hable de sus aciertos o defectos literarios. Como dijo un ex editor de Random House, con ese libro se abrió la caja de Pandora, pero conviene llamar a las cosas por su nombre.

6/12/2007

mejor se hubieran traído el sónar

-Eh, Javi, tienes llamada con cargo del Gobierno de Nuevo León, ¿la tomas?

-Joder, ¿qué gobierno no se puede pagar sus llamadas? Ponla en la 1... Diga. Ajá, sí señor, yo hice conciertos aquí en Barcelona, me encargo del búkin para el Sónar. Vale, usted quiere hacer algo parecido allá. ¿Fórum? ¿No me diga que después de todo alguien compró la franquicia? Deje que le cuente a mis colegas, se van a partir de risa. No, no es nada personal, disculpe. Es sólo que... bueno, ¿en qué le puedo ayudar? ¿Héroes del Silencio? Hombre, ésa no es mi línea, además creo que esos ya no existen, estaban de moda cuando yo era un chaval y me creía jevitrón. ¿Están de vuelta e irán a México? Mire por dónde, eso también se lo tengo que contar a mis colegas, usted los va a divertir como no se imagina. Disculpe, sí, no he querido ofender. Pues no, ¿qué se cree que España es un pueblo de 100 habitantes y todos somos amigos de los Héroes? No, jamás he organizado un concierto de ellos. ¿Que eso no es problema? ¿Pues cómo administra usted sus eventos? Ah, no es su dinero y le da igual. Y tampoco organiza el concierto, ya. ¿Entonces todo lo que usted pensaba hacer era colgarse del cartel como patrocinador sin poner un duro? Oiga, pues si lo consigue me lo cuenta por correo, porque eso sí que no me lo van a creer. No, le digo que esa no es mi línea, si gusta lo contacto con el Eifestuín o el Escuerpucher, que molan mogollón entre los chicos. ¿Cómo que no los conoce? Er... no, no creo poder tararearle una de sus canciones. No, ni tienen letra. Bueno, algunas sí, pero... ¿Seguro? A ver cómo me sale esto...

...

-¿Que pasó, Javi?

-Nada, le canté "Come to Daddy" a un mejicano por teléfono y se me ha cabreado como no te imaginas. Deja que te cuente, ¿sabías que al final sí hubo quién comprara lo del Fórum? Es de locos, te tengo que contar... ¿Merzbow? Dile que espere, que estamos ocupados.

6/11/2007

antología del relato gótico en ciudad conocimiento

Manuscrito encontrado en Zaragoza

Desde el Ayuntamiento y la sede del gobierno estatal, pasando por bares de desnudistas, salas de masaje, oficinas de partidos políticos, logias y hasta bodegas dedicadas al bailongo (que no aparecen en la sección de sociales, sino en la primera página de la Local), podemos estar seguros de que en la calle Zaragoza no hay ningún local donde pueda entrar un hombre de bien. Así que con toda seguridad el "manuscrito" al que alude el título es una cuenta de hotel o un baucher del Papi Chulo o el Poisson.

Los críticos podrían argüir que en Zaragoza no hay ningún castillo en ruinas, algo imprescindible en un cuento siniestro. Pero en su lugar hay un Palacio (de Gobierno) atemorizante, en el que moran videntes y brujos que ven una portentosa Ciudad Conocimento donde los aldeanos sólo distinguen un desierto ensangrentado y asesinos incontenibles. Particularmente retorcido (y por lo tanto gótico) es el museo que el palacio alberga en su primera planta: en él se describe a Ciudad Conocimiento como fruto de una legendaria raza de emprendedores y trabajadores esforzados. Como en ningún lado se menciona que la localidad debe sus ganancias a haber servido como paraíso fiscal por cerca de un siglo, debe tenerse a dicho museo y la leyenda que en él se cuenta como un ejemplo de recración mítica, una cosmogonía que reduce a arquetipos la multitud de datos históricos incómodos.


El gran dios PAN

Como suele ocurrir en el horror numinoso (Lovecraft, Blackwood, etc), la deidad que protagoniza esta historia pasó un largo tiempo "muerta y soñando", hasta que un grupo de sacerdotes y fanáticos la llevó al poder. Físicamente, la criatura posée varias cabezas, como Yog Sothoth, cada una de las cuáles mira hacia un lado distinto y pretende moverse en esa dirección, de ahí que el gigante sea poco dinámico y prefiera permanecer echado, viendo la vida pasar. En cuanto a su perfil psicológico, guarda semejanza con Azatoth, el dios ciego e idiota de los Mitos de Cthulhu.

Para los coleccionistas de anécdotas, recordemos que August Derleth, autonombrado albacea de Lovecraft, se negó a que este título fuera incluido en sus antologías, por considerar la historia demasiado fantasiosa ("¿Qué pueblo, por más endogámico y retrógrada que sea, podría despertar a una criatura así?"*), lo que la hacía indigna de las editoriales y revistas pulp en las que colaboraba.

*Weird Tales No. 197 (Febrero de 1951)

6/04/2007

jesus' blood never failed me yet

La primera referencia (de la serie Obscure Records de Brian Eno) fue The Sinking of the Titanic (1975), una reinterpretación de Gavin Bryars del hundimiento del Titanic realizada a partir de la música que supuestamente interpretaba la orquesta del transatlántico mientras era devorado por las aguas, el himno episcopal Autumn. Pero aún resultaba más definitorio el tema que ocupaba la segunda cara del disco, "Jesus' Blood Never Failed Me Yet": una orquesta de cámara que acompañaba la voz pregrabada de un vagabundo. Bryars realizó años después variaciones -prolongaciones- de ambos temas reeditadas en Point Music, el sello de Philip Glass. En la versión dos de "Jesus' Blood..." interviene Tom Waits.

Quim Casas en Loops. Una historia de la música electrónica. (Mondadori, 2002)


-¿Cómo que hoy no hay ningún vagabundo en la calle dispuesto a cantarla?
-Lo siento.
-¿Ni por un six-pack?
- No, Phil.
- Chingado. Háblale a Tom Waits y grábala con él, no habrá mucha diferencia.

6/03/2007

vangelis - beaubourg

1993 fue el último año de la vieja plaza de Colegio Civil. En la esquina de Washington y Colegio Civil se conservaba sobre un maltratado pedestal al Dios Bola, una esfera de mármol que sirvió en sus orígenes para señalar un punto geográfico relevante, pero que generaciones de alumnos animistas de la Prepa 1 (entre ellas la de mi padre y su amigo Piro) habían convertido en una deidad protectora de los estudiantes que acudían a presentar exámenes sin haber estudiado.

El resto de la plaza estaba habitado por boleros y puesteros que vendían comida y loza, así como un anciano afincado en la esquina de 5 de Mayo y Juárez que ofrecía a los adolescentes éxitos del metal de los ochenta y del entonces floreciente rock alternativo de MTV (STP, Porno for Pyros, etc.) grabados en casetes Sony con portada fotocopiada.

Inexplicablemente llegó al puesto de este viejo el caset Beaubourg de Vangelis, el griego barbón a medio camino entre la vanguardia sintetizada de los setenta y, hay que decirlo, la epicidad ingenua del new age y las bandas sonoras de superproducciones.

Yo le había tomado afición a su música por el programa Audio Ficción de la radio tapatía, como recordé en el post anterior, donde descubrí que él compuso e interpretó la música de dos de los hitos de mi infancia y primera juventud: la serie Cosmos (el tema "Alpha" de Albedo 0.39 servía de fondo a las narraciones planetarias de Carl Sagan) y Blade Runner, la película de Ridley Scott basada en ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick.

En unas vacaciones que mi familia pasó en Tecomán en casa de mi tío Alfredo descubrí sus discos Opera Sauvage y China, que formaban parte de la colección de mi tío, al lado de Earth, Wind & Fire y las grabaciones de un pariente de su esposa, cuyo nombre no recuerdo pero que cantaba con banda sinaloense y recientemente había perdido una oreja en un pleito de palenque. Estoy divagando, volvamos a Vangelis: cuando encontré Beaubourg en ese puesto de Colegio Civil no lo pensé dos veces y pagué los 10 pesos que el anciano pedía por él.

El de Beaubourg es el Vangelis más iconoclasta, uno que desconocerían quienes lo asocian con la música para consultorio dental. El álbum consta sólo de dos tracks, uno por cada cara del vinil original, donde Evangelos Papathanassiou se aleja de sus característicos colchones de synthes planeadores, pera permitir que su música burbujée, crepite, regurgite y haga erupción. Dura en total unos cuarenta minutos, y su escucha da la sensación de asomarse al laboratorio de un aprendiz de brujo de fantasía steam-punk. No me servía para el walkman, prefería escucharlo en casa, mientras trabajaba sobre un restirador de aglomerado, o tendido en cama antes de dormirme. No tenía ninguna virtud relajante (me parece tonto buscar música con esa intención), era una buena banda sonora para la duermevela, o para acompañar los primeros sueños.

La plaza de Colegio Civil fue demolida, dejando un cráter del tamaño de toda la manzana. El Dios Bola pasó varios semestres arrinconado en un salón de la prepa. Los vendedores de loza fueron reubicados en las ruinas del Cine Juárez (donde actualmente hay una tienda Coppel) y al viejo de los casetes no lo volví a ver. Desconozco qué fue de mi cinta de Beaubourg. Vangelis sigue trabajando ocasionalmente en bandas sonoras, cada vez menos, al parecer no supo adecuarse a la evolución de la música electrónica. Hay un asteroide, el 6354, bautizado en su honor, detalle que nos devuelve al recuerdo de Cosmos. Al parecer la pasmarez, la CF y los synthes son parte esencial de la educación de todo astrónomo que se respete. Y también de los que de niños quisieron ser astrónomos por culpa de Carl Sagan.


Vangelis para descargar.

5/31/2007

laser beak

Durante las cartas de un no tan joven cuya educación musical ha sido descuidada recordé con nostalgia mi época en Guadalajara.

Audio Ficción en Radio UdeG


Entonces escuchaba Audio Ficción en Radio UdeG. Como dije en aquella ocasión, Audio Ficción era una transmisión de electrónica para nerds, con todo tipo de música "de botoncitos" relacionada de algún modo con obras de ciencia ficción.

Dirán que ese perfil es muy pobre para realizar un programa de radio, que necesariamente tendría que acabarse a los pocos meses, pero resulta que había toneladas de electroacústica, synthpop, progresivo, kraut y bandas sonoras dedicados al asunto.

No estamos hablando de electrónica sofisticada elaborada en laptops, sino de aquella época en que lo más cercano a una laptop ocupaba media habitación, de los tiempos en que el Sr. Moog hacía su agosto lo mismo entre bandas de rockers que en conservatorios.

Es un terreno escabroso, puede desbarrar hacia el new age y el ambient incoloro, pero también puede ser tan extraño y emocionante como la música de Edward Artemiev para las películas de Tarkovsky.

El caso es que por culpa de los programadores de Audio Ficción tuve una colección de casetes de Vangelis a la edad en que los adolescentes sanos y normales escuchan rock de guitarras con letras cargadas de teenage angst. Tengo la hipótesis de que ahí perdí la oportunidad de crecer normalmente.


El blog Laserbeak


El caso es que acabo de encontrar un bastión en la blogósfera de aquel mundo de cienciaficcioñeros pre-cyberpunk y adictos a los synthes. Laser Beak es un blog de música, cuyo autor se toma el amoroso trabajo de convertir sus viejos viniles a mp3, comprimirlos y colgarlos enteros para ser descargados a placer por los pasmarotes de todo el orbe.

Ahí encontrarán a Brian Hogdson, autor de la música y efectos de sonido de la serie británica Dr. Who, inevitables como Tomita y Cabaret Voltaire, algo de dub cósmico y la Third Ear Band (alguna vez protegidos de John Peel) de colada, así como un ecléctico disco de Eberhard Schoener con el tierno título de Video Magic. Todo lo necesario para soñarse un ratito en el bar lácteo Korova o en alguna cantinucha de Trántor.

5/30/2007

escasas

Me gusta la palabra escasas. Puede teclearse con una sola mano. Escasas escasas escasas.

adrian tomine - sleepwalk

Lo único que había leído de Adrian Tomine era su antología 32 Stories, que me había gustado pero era (necesariamente) desigual. Algunos de sus trabajos de juventud incluidos en ese libro eran apenas bosquejos, que podían haberse desarrollado más pacientemente y con mejores trazos.

La semana pasada acudí a Comicastle porque les llegarían nuevos volúmenes de The Complete Crumb, de los cuales no compré ninguno porque se me atravesó Sleepwalk, otra antología de Tomine, mucho más cuidada que la anterior. Y con al menos una historia perfecta.

Se llama "Layover" y ocupa escasas cuatro páginas. Va sobre un tipo que pierde un vuelo y debe quedarse un día más en su ciudad. Pero sucede que, como iba a estar varios meses fuera, ya se había despedido de sus amigos, de su novia, de la familia, y le parece demasiado desgaste emocional dejarse ver de nuevo y repetir las despedidas a la mañana siguiente. Pasa el día como fantasma, cerca de sus conocidos, viéndolos por las ventanas, contemplando cómo viven sin él. Acaba durmiendo en un hotel. No les quito nada contándoles la historia: la anécdota es muy sencilla y, como es costumbre en este autor, no hay clímax. Pero es una historia redonda, magnífica y, a su modo, muy triste.

Más que Carver, con quien se le compara frecuentemente, Tomine me recuerda a Lorrie Moore. Y es que en lo suyo no hay ni pizca de ironía. Parece decir "así va el mundo, hasta el más idiota tuvo un momento que contar, y el más necio tiene algo que lo conecta contigo". Pero todos nos vemos como idiotas y necios, así que fuera de esas viñetas no hacemos nada por enterarnos.

El que me falta ahora es Summer Blonde. No pienso hacer un pedido especial, si lo ven por ahí me echan un grito. O cómprenlo y luego me lo prestan. No hay pierde, es una delicia lo de Adrian Tomine.

5/28/2007

size - go go girl

Mario "La Rayita" lleva un buen tiempo siguiendo las huellas de Carlos Robledo, Walter Schmidt y los demás involucrados en Size (imprescindible y casi olvidada banda mexicana de los ochenta post-punk). El resultado de sus pesquisas se titulará Nadie puede vivir con un monstruo, documental independiente donde también se abordará la historia de Decibel, Casino Shanghai y los demás proyectos cercanos a Size.

En lo que termina la edición del documental, la Raya subió este video de los Size en el programa Noche a noche, conducido por Daniela Romo. Para la trivia: las bailarinas que acompañan al grupo son Pilar Ascarre, Ulalume Zavala (luego vocalista de Casino Shanghai) y Arianne Pellicer (la Nina Punk de Cachún Cachún Ra-Ra).


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